Para quien no conozca el caso, José Antonio Pouso Rivas, conocido como Pelopincho es un narcotraficante gallego que destaca por la sorprendente cantidad de terrenos y propiedades que compraba para blanquear su dinero. Como es de esperar, las compras las ponía a nombre de terceras personas, la mayoría Brasileñas a quienes engañaba y con las que al parecer tenía una obsesión.
Además de por tráfico de drogas, Pelopincho estaba acusado por el blanqueo de un patrimonio valorado en más de 15 millones de euros, dos secuestros y varios asesinatos cuando se dio a la fuga.
Todos sus vecinos se negaban a declarar y alegaban que le temían, incluso su exmujer(amenazada de muerte) se negó a hablar del susodicho y mientras ellas vivía en una choza, unas cuantas brasileñas gozaban de chalets y hostales en primera línea de costa. Su padre aseguraba no saber nada de él y que no quería saber nada del asunto aunque muchos piensan que lo que dice no es del todo cierto y podría tener algo que ver...
La pista del narcotraficante se perdió en 2011, cuando recién salido de la cárcel liberado tras cuatro años, descargaba un alijo de 4000 kilos de hachís procedentes de Marruecos.
Pues bien, después de tres años, y de numerosas especulaciones, Pelopincho sigue sin aparecer, no se sabe si está muerto, si está escondido o si está secuestrado por un ajuste de cuentas; aún así y después de un juicio que se había celebrado sin él, el caso se cierra por ausencia de pruebas.
Después de que las autoridades siguieran incesantemente su rastro por España, Portugal, Brasil y Marruecos las pruebas se han agotado.
El último testimonio tuvo lugar en Brasil pero las declaraciones no arrojaron pruebas muy concluyentes, sólo dio detalles de lo que ya se sabía; que José Manuel había creado una gran línea de intereses económicos en Brasil y los había trasladado a Galicia implicando a varios testaferros, casi todas madres de sus 6 hijos.
Un mar de dudas os estarán surgiendo tras leer esta noticia:¿Dónde está Pelopincho?, ¿Habrá muerto, o se habrá salido con la suya? ¿Quién le habrá estado ayudando? Si algo está claro es que no parece que haya muchas trazas de que algún día vayan a ser respondidas nuestras preguntas.
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