¿En que mundo vivimos? ¿Ya son iguales los ancianos que los jóvenes? ¿Qué tiene la marihuana que le a dado a todo el mundo por comersela?
Hace poco tiempo, universitarios de Madrid quisieron ponerse manos a la obra en la cocina. Inventar lo que no estaba inventado, y decidieron ponerse las botas con un pastel que contenía cannabis. Esto es el boom, pensaron ellos. Lo que no sabían es que acabarían todos en el hospital y uno de ellos, en coma. La cosa se solucionó y no fue a mayores. Pero se ve, que esta noticia impactó en un pueblo mallorquín de aproximadamente 7.500 habitantes. Artá, es un pueblo en donde algunos juvilados están cansados de jugar a lo de siempre, a la petanca, al dominó, o ver que tiempo tan feliz. Por eso, decidieron que había que realizar cosas impropias de su edad como por ejemplo drogarse.
Todo comenzó cuando el portavoz de la pandilla decidió llevar una "happy pizza" a sus amigolos del bar. Colocó un poquito de coca sobre la pizza como si fuera romero y la empezo a repartir a sus compañeros. Al poco tiempo los síntomas ya fueron visibles. Los efectos fueron abundantes, ya que el periódico malloquín relata que tres de ellos tuvieron episodios muy graciosos. Un juvilado fue al campo y pensaba que las nubes se le echaban encima, otro subiendo las escaleras de su casa le aparecían continuamente cuadros y el otro se pasó el día abrazado a una higera, ya que el veía que estaba rodeado de un rebaño de obejas. Los otros tres acabarón peor, ya que tuvieron que acudir al centro de salud.
La Guardía civil de la localidad, arrestó al cocinero de 78 años y a su compañero de 67 que fue el que le pasó la coca. Lo más impactantes es que ninguno de los juvilados denunció el caso ya que algunos declararon que no era la primera vez que consumían estas sustancias queriendo acceder a otra realidad.
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