venres, 19 de decembro de 2014

" Noches de desenfreno mañanas de ibuprofeno "

Muchos de vosotros creeréis saber todo lo necesario sobre las resacas, son ese estado que todos podemos predecir pero que casi nunca podemos evitar. 
Ahora bien : ¿ Qué es realmente?, ¿ Por qué se produce?, ¿Cómo podemos evitarla ?.....  Hoy intentaré resolver un poco estas dudas.

La resaca es un cuadro de síntomas que se resumen en un mal estar general tras el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Una investigación realizada en una universidad de Boston revela que sólo entre un 25 y 30 % de la población consumidora de alcohol, es inmune a las resacas; los expertos denominan a este grupo "población resistente" ya que el resto, no tiene la misma suerte.

Los efectos que achacamos a la resaca de forma más familiar suelen ser: dolor de cabeza, dolor de estómago y vómitos, cansancio y sobre todo sed. Aún así la resaca lleva consigo más consecuencias de las que creemos.
Suelen aparecer a las 2 horas de dejar de consumir alcohol y se producen porque nuestro propio organismo intenta protegerse de la intoxicación; para esto, segrega unas enzimas que metabolizan y desechan las toxinas pero cuando los niveles tóxicos son excesivos nuestro metabolismo es más lento y es ahí cuando se producen los efectos de la resaca. Son los siguientes:

- Amnesia ligera o pérdida de memoria durante el estado de ebriedad.
- Alteraciones gástricas : no sólo vómitos, también diarreas aunque son menos frecuentes; se producen por la erosión de la mucosa del estómago que produce el etanol y de otros subproductos de la fermentación del alcohol.
-Cefalea: producida por la deshidratación de las meninges, la dilatación de los vasos sanguíneos y la disminución de la glucosa.
- Sed intensa: se produce también por la deshidratación que ocasiona la degradación del alcohol, por la pérdida de la vitamina B1 y por el potente efecto diurético que tiene el alcohol.
- Dolor abdominal y muscular : se refleja en un mal estar general
- Posibles flatulencias (gases)
- Disminución de la percepción nerviosa
- Alteración de los ritmos circadianos

A estos síntomas físicos se añaden otros psíquicos que según para quien, pueden llegar a ser peores, incluso los más temidos: sentimientos de culpa y verguenza, depresión ante cualquier situación adversa y la determinación casi siempre pasajera de que esa vez será la última que te emborraches.

Está claro que las resacas tendrán mayor o menor intensidad o incluso serán inexistentes dependiendo del metabolismo de cada persona.
 Ahora bien, también depende mucho de nuestra forma de beber: beber alcohol muy deprisa, sin mezcla o con el estómago vacío las empeora.
Además el coñac, el vino, el tequila, el whisky y otros licores más oscuros tienden a favorecer resacas peores que bebidos como el vodka o la ginebra. Mezclar alcoholes ya es lo peor.

¿Cómo curar las resacas?

Las indudables ventajas que nos proporciona el alcohol (hablar con fluidez, perder la verguenza, ser más social.. etc) tienen su precio.
La única forma de curar las resacas es el tiempo: "el tiempo lo cura todo" es una expresión muy acertada en este caso, ya que en 24 h todo empezará a ir mucho mejor.

Aún así hay una serie de recomendaciones que parece ser que hacen que la resaca sea mucho menor:
-Intercalar bebidas no alcohólicas a lo largo de la noche y beber cantidades abundantes de agua al dejar de beber.
- Comer algún carbohidrato para contrarrestar la disminución del azúcar
- Dormir más de ocho horas y antes de hacerlo tomar un antiácido.
- Tomar ibuprofenos ( aunque a veces se utilice, el paracetamol es una mala elección ya que añadido a la metabolización del hígado se vuelve un producto tóxico).

Si rebuscáis un poco más encontrareis cientos de remedios que al parecer disminuyen la resaca aunque ya os digo yo que la única solución que hay es no beber.
















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