A pesar de que esta noticia fue publicada hace un año, me parece super importante contarosla. Se trata de una mujer británica de 56 años que fue condenada a pena de muerte por llevar en su maleta 4,8 kilogramos de cocaína.
Sucedio en la isla de Bali durante las rutinarias inspeciones en la aduana. La mujer acababa de aterrizar de un vuelo procedente de Tailandia. En primer lugar los fiscales pidieron 15 años de carcel para la mujer a pesar de que comunicaran al juez que tuviera en cuenta la edad de la mujer y que no tenía antecedentes penales. Los jueces de la capital tuvieron muy encuenta la imagen que daba el trafico de drogas a Bali, ya que se considera un prestigioso destino turístico. También vieron los perjuicios que le suponía este caso a la política contra las drogas del Gobierno indonesio.
La pena máxima en la capital indonesia es la pena de muerte. La organización británica que llevaba el caso de Lindsay comunicó que la mujer se trataba de una victima de los narcotraficantes y que si no realizaba lo que ellos le mandaban ocurriría algo en la vida de sus hijos. A pesar de esta declaración, el abogado también anuncio que la víctima tenía un historial de problemas mentales.
Cuando le tocó declarar a la mujer delante del tribunal, pidio perdón a todo el pueblo indonesio y anunció que nunca quiso estar en una artimaña como esta pero que se vio en la obligación de hacerlo, porque tenían amenazados a sus hijos.
También declaró el hijo de Lindsay diciendo que era verdad todo lo que su madre dijo ya que la obligaron a traficar despues de tener una conversación con los delicuentes por un asusto de dinero que ella pagara por el.
El portavoz de la organización británica que llevaba el caso, comunicó que Linday había sido condenada a pena de muerte por la capital indonesia. La república de Indonesia cuenta con una de las leyes más extrictas contra el narcotráfico del mundo.
A continuación os dejo la foto de Lindsay durante uno de sus juicios.
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