Todos tenemos un familiar o conocido que utilice las típicas pastillas para dormir o para los nervios. Son los denominados ansiolíticos o también tranquilizantes menores. Se utilizan para minimizar los síntomas de ansiedad, insomnio, epilepsias, angustia e incluso también para trastornos en el estado de ánimo. Según estadísticas, estas drogas constituyen la mitad de los psicofármacos consumidos en todo el mundo.
Los más utilizados en la población son las benzodiacepinas, que son medicamentos psicotrópicos que actúan en el sistema nervioso central sobre el complejo ácido gamma-aminobutirico (GABA)
Las benzodiacepinas se pueden administrar tanto por vía oral como intramuscular o intravenosa. Son recetadas por un médico en función de los distintos trastornos que presenta el paciente. Si se consumen sin control pueden desencadenar en tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia. Los benzodiacepinas se clasifican en cuatro grupos dependiendo de la duración de sus efectos:
- Duración ultra corta : Menores a 6 horas.
- Duración corta: Menores de 12 horas.
- Compuestos intermedios: Duración de entre 12 a 24 horas.
- De acción larga: Mayores a 24 horas.
Aunque en el mercado español se comercializan con distintos nombres, es bastante fácil distinguirlos de otros, puesto que la mayoría tienen la terminación "pam" como por ejemplo loracepam... etc y deben disponer de las siglas " EFG"
Aunque esté explicando esta droga, os recuerdo que para hacer un uso responsable de cualquier medicamento debemos acudir a nuestro médico para que el nos informe y nos aclare dudas sobre su consumo.
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