Las madres de corta edad son propensas a consumir drogas durante el embarazo ya que ignoran las consecuencias que ocasionarán a su futuro hijo. Además es muy típico que ignoren que el alcohol, el tabaco y la cafeína provoquen los mismos riesgos que las demás drogas. Todo esto, sin tener en cuenta que ya el mero hecho de ser madre a edades muy tempranas es un factor de riesgo; lo mismo ocurre en mujeres de avanzada edad.
La toma de cualquier sustancia tóxica daña al feto pero siempre dependiendo de las cantidades y del tiempo de consumo de la progenitora. Aún así todas las drogas provocan unos efectos básicos en todos los bebés: desarrollo físico ralentizado, dificultades cognitivas, déficit de atención, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, secuelas psíquicas durante el desarrollo... etc. pudiendo llegar a producirse un aborto.Todas estas secuelas se darán en menor medida si las actuaciones sanitarias son las adecuadas.
Es importante destacar que uno de los efectos más comunes en los recién nacidos es el síndrome de abstinencia; este se caracteriza por: vómitos, febrículas, diarreas, ataques de ansiedad, irritabilidad, llantos, dificultades para alimentarse... vamos! que nacen con lo que vulgarmente conocemos como "el mono". Este síndrome, evidentemente es tratado de forma diferente que en adultos ya que se trata con medicación dependiendo de la gravedad de la abstinencia la cual se mide mediante el test de Finnegan.
Algunos de los efectos particulares de cada droga son :
Tabaco: altera la frecuencia cardíaca y los movimientos respiratorios del neonato. Todo esto añadido a complicaciones en el parto.
Alcohol:Se registra desde un ligero a grave retraso mental, distracción, falta de concentración, retraso al hablar, problemas para oír y ver, problemas sociales y agresividad. Hay que destacar que es el principal causante de malformaciones.
Marihuana: disminución de oxígeno y nutrientes que llegan al feto. Esto afecta al aprendizaje y la atención pero no puede detectarse hasta la edad escolar.
Cocaína: los fetos de madres cocainómanas tienden a tener los mismos efectos que los de madres que consumen marihuana destacando a mayores una disminución en el tamaño de la cabeza que en ocasiones puede indicar que el cerebro también lo es.
Heroína:disminución del estado de alerta, temblores, hipertonía y alteraciones del sueño.Destaca el síndrome de abstinencia.Atendiendo a los años de desarrollo del niño salientamos que tanto la motricidad fina como la gruesa, se ven afectadas y ralentizadas lo que se resumirá en un niño muy activo y con poco auto-control.
Controla las drogas, no sólo está en riesgo tu vida !
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